Una película para niños que disfrutarán mucho los grandes
Han pasado ya 6 años de aquella película que fue todo un éxito en taquilla e incluso logró una nominación al Óscar a Mejor película de animación. Una historia que sigue vigente y acunada en los corazones porque es una película para niños que disfrutarán mucho los grandes
Para ese entonces, “Ralph el Demoledor” hacía énfasis en eliminar las etiquetas de buenos y malos. De las salas de cine salíamos amando a Ralph, el emocionante personaje de uno de los grandes filmes que Disney logró humanizar.
Pues bien, por fin llegó el momento de ver la secuela en la pantalla gigante. Una película asombrosa que toma todos los recursos de la era digital para divertir a sus espectadores de principio a fin. Es más, me atrevería a decir que es hasta el momento, la mejor película animada del año.
Sinopsis de Wifi Ralph
Los directores de Wifi Ralph, Rich Moore y Phil Johnston, sacan a los protagonistas de su zona de confort, abandonan el mundo de los juegos arcade (las máquina de entretenimiento que funciona con monedas), y los llevan a navegar por el vasto y dinámico mundo web en busca de un repuesto para salvar “Sugar Rush” el juego de Vanellope.
Una de las cosas que más atrae del filme es la peculiar forma en la que reúne a todos los personajes de Disney y juega con el humor de sus personajes riéndose de ellos mismos con chistes bien elaborados en los cuales hasta las Princesas Disney tienen un papel importante.
Tú decides quién quieres ser Ralph o Vanellope
Los protagonistas de Wifi Ralph tienen una personalidad muy marcada. Vanellope encanta con su espíritu alegre y persistente: cuando quiere algo, sigue yendo y viniendo, es exactamente lo contrario a la negatividad de Ralph quien piensa dos veces las cosas para lanzarse a hacerlas y casi siempre les encuentra un “pero”.

Reconozco que soy más Vanellope que Ralph, soy intensa y suelo presionar para hacer las cosas posibles, pero, cuando algo no funciona recurro a lo humano de Ralph en las personas que me rodean. Normalmente es mi esposo, mi psicólogo, mi parcero, un amigo que el universo me dio y al que admiro profundamente.
¿Qué si a veces siento que las cosas no fluyen? ¡Pues claro! Muchas veces, pero de eso se trata, de encontrar un balance. De descubrir cuando ser Vanellope o Ralph, o mejor, ser yo. Nada puede ser blanco o negro, la vida tiene matices, colores bonitos que nos enseñan a ver sin filtros.

Solemos frustrarnos por cosas que tienen solución frente a nosotros, pero que no la vemos por encerrarnos en nuestras capas y creer que es el fin, cuando en realidad es el comienzo de un gran paso hacia algo mejor.
Después de esta reflexión y contarles algo muy mío, les confieso que no quiero darles adelantos profundos de Wifi Ralph, porque les dañaría el efecto sorpresa con que deben llegar a la sala de cine.
Les aseguro que no pararán de reír por las ocurrencias de los personajes y de la manera tan elegante con la que se burlan de nuestros caprichos digitales, a eso me refiero cuando les digo que de seguro seremos los adultos quienes mejor la entendamos y no paremos de reír.
Para los más pequeños la moraleja es clara, pues invita a reflexionar de manera profunda sobre la amistad.
Bonito día gente bonita. Ya saben, si van a ver Wifi Ralph, me cuentan qué tal les pareció, por aquí los espero. Y no olviden compartir!
Tengo muchas ganas de ir a verla con la peque, la primera nos gustó mucho.
Entonces esta les sorprenderá.
Aquí la llamaron “ralph rompe internet” y vamos a ir a verla la semana que viene!
Diviertanse mucho, por aquí te espero para que me cuentes cómo les fue.
No conocia esta peli, la apunto para ver con mis chocolatea que seguro lea gustara
estoy perdidisima, no sabia ni que esta peli existía!! pero me la guardo, si es de disney, promete!!
Así es Nuria, aunque siendo sincera no todo lo de Disney resulta ser bueno jejejje
Yo quiero ir a verla con mi peque!!! Sin falta!!
Disfrútenla mucho!!!
Es una pelicula que tengo muchas ganas de ver. De hecho es una de nuestras actividades de adviento pero shhhh
jajajja prometo no decir nada