Toy Story 4, es una nueva y enternecedora entrega de las aventuras del vaquero que por décadas, ha enseñado a niños y adultos el significado de la amistad.
Han pasado más de 20 años desde que se estrenó la película animada Toy Story, esa que impactó a toda una generación no sólo por los recursos digitales que utilizó, si no también por mover fibras en el corazón.
Toy Story 4 no se queda atrás, y pese a sentir que el título no ayuda mucho, Pixar logra cautivar de nuevo con una película que inicia en medio de una tormenta, cuya animación es casi real, para devolvernos a esos primero años en los que Andy todavía compartía el tiempo con sus amados juguetes y explica porqué la pastora Bo Peep no estuvo en Toy Story 3.
Luego, para ambientar la secuencia temporal y traer recuerdos entrañables del espectador, inicia una secuencia de imágenes que muestran el crecimiento de Andy y la donación de sus juguetes a Bonnie.
En Toy Story 4, como en la mayoría de las películas de su genero realizadas por Pixar, mientras van avanzando las imágenes que ubican al público, se van moviendo sentimientos con la emblemática canción: “Yo soy tu amigo fiel” y allí empieza una aventura protagonizada por nuevos y veteranos personajes, que enseñarán a la audiencia sobre lealtad, a escuchar su voz interior y a tener un propósito en la vida.
Sinopsis
Woody siempre ha estado seguro acerca de su lugar en el mundo, y que su prioridad es cuidar a su niño, ya sea Andy o Bonnie. Pero cuando Bonnie suma un reacio nuevo juguete a su cuarto, llamado Forky, un viaje junto con los viejos y nuevos amigos le enseñará a Woody cuán grande puede ser el mundo para un juguete.
Las diferencias no son obstáculo
Moralejas importantes de Toy Story 4 son varias, entre ellas escogí una que poco ha sido tratada en las películas creadas para niños.
Uno de los nuevos personajes es Forky, el juguete diseñado por Bonnie a base de desechos, es un cuchador (cuchara – tenedor) que se convierte en ese juguete del que la niña no se quiere apartar: duerme, come, asiste al kínder y juega con él.
Claramente Forky es diferente a todos, se sale de la norma. De hecho, así lo piensa él e intenta por todos sus medios apartarse del grupo. Pero eso no impide que sus compañeros lo acojan. Por el contrario, es recibido con amor por los juguetes que no ven nada de malo en las diferencias.
Mi frase favorita dicha por Woddy: «Asistir a un niño, es lo más noble que un juguete piede hacer»
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Woddy una metáfora hecha padre
Pese a que Toy Story 4 tiene personajes “independientes” (solo diré esto para no dañarles la peli), la saga tiene una eterna historia con los juguetes extraviados, eso ya lo sabemos. Sin embargo, en esta cuarta entrega el tema trasciende en el discurso que el vaquero mantiene durante toda la película y es precisamente el de hacer todo para que su niña se sienta amada.
Les confieso: como madre me sentí identificada en cada angustia, celebración y frustración de Woddy, quería abrazarlo y decirle “sí es duro verlos crecer, pero debemos dejarlos ser”.
Ya no les cuento más porque quiero que disfruten Toy Story 4 tanto como nosotros, ríanse con el motorista canadiense Duke Caboom, Ducky o Bunny; vayan con sus niños mayores de 5 años, abrácenlos, aprendan de su sencillez, enséñenles a amar y respetar tanto como ustedes lo hacen con ellos.
Bonito día gente bonita.
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